Por la mañana todo el grupo preparó la Celebración de la Palabra, estuvieron preparando lecturas, cantos, peticiones, ofrendas y distintas dinámicas por ramas. El mimo en la preparación se notó, haciendo que la celebración saliera muy bien.
Nos envían fotos del momento.
La tarde la aprovecharon todas las ramas, para preparar sus marchas. Esos días en que nuestros muchachos abandonan el campamento y se dedican a recorrer la zona y a conocer su entorno, rodeados de naturaleza, montes,... En esta ocasión la Sierra María-Los Vélez; visitar sus pueblos, recorrer sus senderos, empaparse de aire puro,... Son días de esfuerzo, cargar la mochila al hombro, subir, bajar, descubrir... Estas marchas forjan personas y relaciones.
Las marchas, las adaptan a las edades de cada rama. Se trata de andar, ver y guardar un buen recuerdo.
El esfuerzo siempre se ve bien recompensado.
La tarde fue para vaciar las mochilas y solo llevar lo imprescindible para esos días. Todo pesa y es más que recomendable no llevar peso de más. Se reparte la comida y los utensilios necesarios entre todos: Lumogaz, infiernillos, alguna cazuela, el botiquín y demás equipamiento.
El subcampo lo dejan recogido con bolsas grandes donde dejan todo lo que llevan a la marcha.
Luego, por la tarde-noche, ducha para salir oliendo a rosas del campamento. Otra cosa será como vuelvan...
Nos comentan que las duchas este año son muy gustosas, con agua corriente, vestuarios, ... Solo les falta un termo. Agradecen hasta la temperatura. ¡Un verdadero lujo para estos aguerridos montañeros!
Se acostaron pronto, pues tenían previsto madrugar para salir pronto y hacer las primeras etapas de la marcha con el frescor de la mañana.
¡Descansad! ¡Días largos os aguardan!
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